La última expedición de Good Karma Projects para mostrar la situación del Mediterráneo.
El 24 de junio un grupo de voluntarios de Tarragona emprendió un viaje en el Majoqui, un velero de 10m, con rumbo hacia Mallorca para recopilar datos sobre los microplásticos y otros plásticos de mayor tamaño como las redes de pesca abandonadas en alta mar.
El objetivo, transmitir en vivo la situación en el Mediterráneo.
El Mediterráneo es uno de los mares de Europa que mayor biodiversidad alberga, se han registrado aproximadamente 17.000 especies. Al mismo tiempo, alberga alrededor de 1.455 toneladas de residuos plásticos, que suponen una gran amenaza para la vida marina. La mayor concentración de residuos se encuentra cerca de las costas.
Llevamos desde el 2018 haciendo muestreos de microplásticos en el Mediterráneo con la ‘Manta Trawl’, un aparato que construimos nosotros para este propósito. Los datos recopilados nos dan una rápida imagen de la situación, en nuestra última expedición encontramos 100.000 microplásticos por Km2. Esta vez, aún estamos contabilizándolos. Este proyecto forma parte de lo que llamamos ‘Ciencia ciudadana’, nosotros no somos científicos, por eso colaboramos con proyectos que tienen la capacidad de utilizar los datos que recolectamos e incluirlos en sus investigaciones en curso. Nuestra parte es la de tomar acción y concienciar!
Otro objetivo de la expedición fue el avistamiento de redes fantasma, que flotan a la deriva y atrapan a los animales, como tortugas y delfines. Estas restringen su movimiento, causando hambre, laceraciones e infecciones. Durante los 7 días de expedición se sacaron 5 aparatos de pesca que flotaban libremente por el mar, un dato alarmante al que se le pueden sumar 70kg de redes de pesca que sacamos de la costa.
“ Cinco avistamientos de redes en siete días siguiendo una trayectoria aleatoria es un dato alarmante. Se calcula que la actividad pesquera pierde cada año 640.000 toneladas de residuos plásticos en el mar, el equivalente a 50.000 autobuses de dos pisos.”
La aportación de Good Karma a la limpieza del Mediterráneo es solo un granito de arena, pero sirve para visibilizar el problema y corroborar los demás estudios relacionados con la contaminación. La amenaza es real y perjudica todo el ecosistema, incluido al ser humano.
El Mediterráneo está enfermo y necesita sanarse, pero antes, tenemos que dejar de ensuciarlo. La solución es muy simple, cada ciudadano debe pensar en lo que consume y responsabilizarse de ello. Reciclar, reusar, reducir y sobre todo recordar, que cada elección de compra es un voto por el desarrollo sano y sostenible. Es un compromiso con el futuro, con la salud de la Tierra y sus habitantes, con su propia conciencia y ética.